Dos gigantes de Bruselas: uno de ayer y uno de hoy
Bruselas es una ciudad con gran atractivo turístico para los más diversos públicos, es un buen sitio para visitar en pareja, solo, en familia con amigos e incluso en alguna escapada con fines específicos relacionados a los negocios, las ciencias o el arte. Hay para todos los gustos.
En la capital de la Unión Europea se pueden ver palacios, museos, parques, shoppings y paisajes encantadores. Entre las edificaciones que se alzan en la ciudad, hay dos que merecen especial atención si se quiere captar un poco del a esencia de Bruselas. La primera de ellas es el Porte de Hal, construcción histórica que nos transporta a los inicios de esta antigua y bella ciudad.
Uno de ayer
La Porte de Hal era una de las siete puertas de entrada a la ciudad durante la Edad Media, tiempos en los que Bruselas era una ciudad amurallada y controlaba con recelo el ingreso y egreso de las personas dentro de sus altos muros. Esta puerta sirvió sucesivamente de ático, asilo, prisión y depósito, lo que hizo que fuera conservada y sea la única de las siete puertas aún existe, ya que las otras seis puertas, al igual que los ocho kilómetros de murallas, fueron destruidos durante el siglo XIX.
La Porte de Hal se encuentra actualmente en el Boulevard du Midi y se llega a ella con facilidad gracias a su cercanía al centro de la ciudad y por ser accesible en metro, por medio de la estación homónima.

Uno de hoy
El Atomium es un símbolo indudable de la Bélgica moderna. Es un edificio que nació como una escultura monumental y que se ha vuelto un sello de identidad de la ciudad. Esta obra de arte fue concebida como emblema de la Exposición Universal de Bruselas en 1958, resultó ganadora entonces y al igual que la Torre Eiffel, estaba planeada su posterior destrucción, pero el edificio se instauró como un emblema de la ciudad, un símbolo de la modernidad, del progreso y del uso pacífico de la energía nuclear.
Esta obra es producto del trabajo del arquitecto André Waterkeyn, que junto a un ejército de 15.000 trabajadores, fue el responsable de alzar en pies esta enorme estructura con forma de átomo, compuesta por 18 esferas conectadas entre sí. En su interior se encuentra un centro de conferencias, un restaurante, un salón para eventos privados, una muestra permanente sobre la Exposición Universal de 1958 y una sala de exhibiciones temporales.
El sitio web del Atomium no tiene la posibilidad de enviar newsletter o de estar al tanto de las novedades por medio de la suscripción al correo masivo, pero es actualizado regularmente y permite acceder a las nuevas actividades, promociones del restaurant y eventos próximos. No deje de visitarlo.

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